miércoles, 4 de agosto de 2010

medialunas

y cuando volví esas mismas ocho facturas seguían en el mostrador, y ya no las iba a llevar nadie, con mi arrolladito en la mano hice un saludo en pleno silencio, saludo por la merienda que se volvió cena

2 comentarios:

Liduvina dijo...

Antes de empezar la dieta hacía eso. Convertia mis meriendas en cenas. Aunque generalmente eran galletitas con chocolate

http://liduvinaautorreciclada.blogspot.com/

Unknown dijo...

Uno de esos momentos gloriosos.