domingo, 8 de febrero de 2009

IJB

I se encuentra con B y le pregunta por Joyce, están en un bar. B se toma su tiempo, apaga el cigarrillo, mirando por la ventana se encoge de hombros.
- Hace tanto que no lo veo.
I lleva su trajecito de salir, asiente y se toca la barriga. Luego juega con el azúcar.
- ¿Y se sabe si va a venir?
B saca una cigarrera de su bolsillo, la pone sobre la mesa, la abre. I observa los cigarros, se acerca a olerlos, muestra una sonrisa.
- ¿Quiere uno?
- No, gracias, hace mucho que no fumo.
- Estamos sólos en el mundo.
I se mira las manos, las toca con detenimiento, medio detenimiento al principio, luego completa concentración.
- Hay momentos en que me parece oírlo, su murmullo contínuo aquí, justo aquí.
- Yo no llegué a cambiar muchas palabras con él. Un tipo extraño.
I termina su café, se pone de pie, se saluda con su compañero.
- Creo que voy a dejar aquí por hoy. Mañana podemos continuar charlando.
B lo observa y asiente.
- Ciertamente.
I parte, pasa un tiempo. Las luces se apagan, B sigue ahí, con su rostro marcado por la angustia le dice a las sombras:
- Está aquí, aquí mismo.
Se hace la completa oscuridad, un arullo femenino llena el espacio. Una silueta oscura parece recorrer el bar en distintas direcciones.